La importancia del juego libre

“Los juegos son la forma más elevada de la investigación” Albert Einstein.
“Todos los aprendizajes más importantes de la vida, se hacen jugando” Francesco Tonucci

Desde que nació Emma teníamos claro que queríamos que nuestros hijos aprendieran jugando, ensuciándose, descubriendo por ellos mismos, en libertad y sin un adulto detrás constantemente diciéndoles cómo debían hacerlo. Ahora que Emma ya tiene 7 años y Pol 4 no solo continuamos pensando igual sino que, después de la experiencia de estos años, estamos aún más convencidos de ello.

   

“Los niños necesitan tiempo y espacio para jugar. Jugar no es un lujo es una necesidad”  Kay Redfield Jamison.

Por esta razón nos hemos esforzado en darles herramientas a nuestros hijos que les ayudaran a ellos y también a nosotros como padres a hacerlo.
Una de las herramientas más importantes que tenemos y que no siempre valoramos es el juego. ¡El juego es la forma de aprendizaje más natural que existe! El juego, con esos elementos que el día a día, la natura y el entorno nos dan, puede ser apasionante para los niños. Un tipo de juego donde los niños tengan la libertad de escoger, de inventar, imaginar i de ser ellos mismos. Sin normas preestablecidas por los adultos y sin restricciones (siempre teniendo en cuenta su seguridad).

   

Os comparto cuatro puntos que para nosotros son muy importantes en lo relativo al juego:

 “Las cosas que los niños y niñas aprenden por iniciativa propia durante el juego libre, no pueden ser aprendidas de otra manera” Peter Gray.

El niño escoge a qué quiere jugar.
Es importante que sean ellos los que escojan y no el adulto. Estamos fomentando la autonomía. Pienso que si es el niño quien decide seguro que le saca mucho más provecho al juego, porque es realmente lo que le apetece. Si es el adulto quien decide deja de ser juego libre para ser juego impuesto. El juego debe ser libre, abierto y vivo.


"Jugar en grupo sin adultos que dirijan el espectáculo enseña a los niños a intuir los sentimientos de otras personas y a manejar la frustración y las concesiones que forman parte de las relaciones humanas". Carl Honoré.

   

El juego debe ser libre, si no deja de ser juego.

No deben haber normas preestablecidas por los adultos. El niño utiliza lo que quiere como quiere. Puede usar herramientas de cocina, del jardín, piezas de madera, frutos, etc. para su juego creativo. Si juegan en grupo también deben ser ellos los que establezcan cómo quieren jugar. Así aprenden también a resolver conflictos y/o esperar su turno.


"Los niños necesitan mucha libertad para indagar, probar, equivocarse y corregir... para apreciar los infinitos recursos de las manos, de la vista, del oído, de las formas, de los sonidos y los colores" Loris Malaguzzi.

El adulto no interfiere.

El tiempo de juego libre el adulto observa y puede hasta sorprenderse, pero no interferir, sea para bien o para mal. En el momento que interferimos estamos condicionando su juego, su libertad, su autonomía y hasta su creatividad y la capacidad para resolver conflictos.


"Que el niño decida a qué quiere jugar, no que el juguete le diga cómo tiene que jugar" Pablo R. Boj.

Usar herramientas o juegos que no digan al menor cómo debe jugar. Estamos acostumbrados a juegos de colores chillones que nos dicen dónde apretar, la dirección en la que debe ser colocado, etc. Esto también condiciona su juego.

Reflexionando en este punto aprovecho para recomendaros una marca con la que seguro que vuestros hijos se divertirán jugando igual que los míos. Un buen regalo para estas fiestas; una alternativa ecológica y sostenible y una alternativa a los juegos de plástico y colores estridentes en los que la creatividad brilla por su ausencia.

Hace algún tiempo descubrimos las JOGUINES GRAPAT, una herramienta que favorece el juego libre y la imaginación. Son piezas de madera maciza de BEDOLL I FAIG con tintes a base de agua no tóxicos, hechos a mano en Girona. Estas piezas no tienen marcas preestablecidas ¡así que la creatividad y la capacidad de imaginar está asegurada! Por ejemplo, los muñequitos no tienen cara, por lo tanto es el niño el que escoge que emoción representa. Son piezas versátiles con infinitas posibilidades, ya que se pueden usar mezcladas con otros juguetes, se pueden crear minimundos y hasta se pueden trabajar las matemáticas.

   

Deseo que os haya gustado el post y que os haya invitado a pensar en la posibilidad de facilitar a vuestros hijos, sobrinos o hijos de amigos un tipo de juego diferente al que estábamos acostumbrados hasta ahora.

Para acabar os dejo con una frase como posible propósito:
"Cada día reserva al menos un momento para bailar al son que marquen tus hijos". ¡Juega!. Álvaro Bilbao.

Mariona Cardona

comments (0)

No comments at this moment